domingo, 22 de diciembre de 2013

Pieza de chocolate

Hoy pongo unas fotos de una pieza de chocolate que he realizado esta semana. En realidad quería haberla hecho para la fiesta de Navidad que organizamos hace unos días, pero la falta de tiempo fue la culpable de no poderla presentarla junto con los troncos de Navidad y los panettones. Hubiese quedado bastante bien acompañando al castillo de pan de jengibre, fue una pena.
Ahora que presento esta pieza de chocolate, me gustaría hacer una pequeña refexión filosófica sobre este arte efímero (como diría Paco Torreblanca) y profundizar un poco sobre el objetivo que tiene realizar estas esculturas ya sean en azúcar, en chocolate o en otro tipo de materia comestible que empleamos en la pastelería.  
¿Es qué realmente forma parte de la pastelería realizar esta clase de decoraciones? Si tomase la respuesta de mi padre, que es una persona práctica que no le da importancia a los adornos ni a las florituras, pero lo que realmente le interesa es el gusto del producto y comer bien, sería que no. Como no todo el mundo es igual, encontramos personas con otro tipo de opinión, que valoran estos trabajos y los aprecian. No intento saber que punto de vista tiene más razón, el uno o el otro, creo que los dos la tienen, simplemente me gustaría llegar a la conclusión del por qué realizamos estas piezas.
Es conocido, que por norma general, nos sentimos atraidos por las cosas bellas que nos rodean. Una pieza de caramelo o de chocolate siempre contribuye a una buena presentación en una mesa de postres y para que los comensales se sientan atraidos hacia ella, así podrán apreciar mejor los pasteles y delicias que hemos realizado. No obstante señalaré que lo más importante es que el producto que ofrecemos a degustar sea de la mejor calidad posible, de nada sirve hacer una decoración preciosa si luego los postres no están a la altura y del agrado del cliente.
He podido observar en los concursos de pastelería, que se le da demasiada importancia a estas realizaciones en el momento de dar la puntuación a los participantes. Habiendo campeonatos que se basan solamente en la realización de piezas montadas, sin tener que realizar otros productos que las acompañes y que sean degustados por el jurado. Corrientemente cuando se realizan estas esculturas no son concevidas para que más tarde sean comidas, normalmente son realizadas con colorantes químicos, que aunque en las industrias alimentarias son sucesivamente utilizados, no es nada recomendable su consumo (para más información sobre colorantes visitar este artículo). Por consecuencia podríamos hacernos otra pregunta; si estas piezas no los hacemos para ser saboreadas, ¿por qué las realizamos con productos comestibles?
Así podríamos estar haciendonos cuestiones durante todo el día y no se si llegaríamos a una respuesta clara y precisa. Quizás recurra otra vez a la frase que nos dejaba Paulo Coelho en su libro "El Alquimista", que ya utilicé en el artículo que dedique a mi amigo cocinero Cesar Niño, la cual dice así; "Este pastelero no hace dulces por que quiera viajar, o por que se quiera casar con la hija de un comerciante. Este pastelero hace dulces por que le gusta hacerlos". Utilizando este cita, podría hacer la misma refelxión,hago piezas de caramelo o de chocolate por que me gusta hacerlas.
Quiero dar las gracias a Stéphane Leroux por ese magnífico libro que ha realizado y que me sirve de referencia a la hora de hacer mis propias piezas de chocolate.
Le dedico este artículo a mis amigas Mariajo y Audrey , ellas si que han sabido crear algo bonito.

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