martes, 6 de marzo de 2012

Tahití

Con el fruto aromático de la vainilla siempre se acierta, su sabor gusta tanto a pequeños como a grandes y su facilidad para acompañarlo con otros ingredientes es casi infinita. Aquí, va presentada en forma de crema, cubriendo unas piñas cortadas en cubos y cocidas en especias, todo ello sobre un bizcocho de frambuesas y semillas. Junto a la frambuesa y vaina de vainilla que forman la decoración e incluido unos "crispys" de piña, de los que ya hablé recientemente en este blog.
He utilizado para esta elaboración vainilla de Tahití, que aunque su precio sea elevado, merece la pena.  

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